Cosas sin fin I

Letras de lo mismo, las mismas malas palabras de hace dos meses cuando comencé a fumar electricidad. Mira que me he cogido una de esas enfermedades de escritores en las que no haces nada más que esperar el momento correcto. He decidido no decidir y escribir estupideces de corrido para que se llene este condenado blog de nada, esta vida de nada. Absurdo estar leyendote en una vetanita virtual!!!!.. Carajooo he querido besar a ese tipo locamente, confundir mi saliva con la suya, pero es algo estúpido y fresa, algo superficial como el cigarro de esta tarde en la que nadie comprendía por qué fumaba; no busco que me comprendan pero como me jode que me duela que no lo hagan. Me tengo que largar de aquí y no ser comprendida como las mentes de pollo no son comprendidas. Gente predecible, quiero congestionarme aun más, del cerebro y de las uñas sin espíritu artístico, me lleva la .. situación desmedida de este abismo hipócrita, maldito papeleo estúpido. Me he quitado todo esto que me hacía humana y me daba la posibilidad, soy una maldita vanidosa al escribir de lo que me sucede. ¿Por qué no escribir de las cosas que merecen ser escritas como acerca de ese sujeto del camión que llevaba pequeñas personitas vivas en jaulas de madera? ¿Eso amerita algo? ¿Te darán algo por escribir esas cosas? algo como... paz interior.
Hoy volví a soñar contigo, y eres de lo más desmedido e indiferente que mi subconciente puede vomitar, ¿Existirás aquí? ¿Te he visto ya?.. tal vez hasta te he besado pero no tengo ojos buenos.