Amarillo

Departamento amarillo inyectado en ese estado del cigarro que no es ni húmedo ni gaseoso, las sodas son gaseosas, tienen burbujas de gas. Leer y releer y ver que esto no va a alguna parte como lo hago yo ahora, hacía las Imperfecciones del día, HA-CÍ-A un día con resaca y lleno de animales de la náusea, un día que se prostituye y lo disfruta, undíaundíaundía lleno de cosas que a mí me van y me vienen, me vienen y me pegan en la cara, después ya no se van; me pegan duro si voy corriendo, a veces me trago esos golpes, creo que se les llama golpes de la vida pero más bien tienen el peso y el sabor de un mosquito descuidado. Los días comienzan así, con aliento alcohólico, con golpes y sodas; y se van desgajando, así en la calle como dueños del mundo, como animales altaneros y orgullosos dueños de mi tiempo que se revelan en tiempos y destiempos, me miran despectivamente y me empujan, me dicen ¡mira!, pero yo no veo nada, no quiero ver nada, me da miedo que me jueguen alguna broma, siempre me las juegan, me quitan mis ideas, son unos días gordos de ideas, grasosos de silabas, se las llevan a quién sabe que lugares donde no pueden ser completadas, por eso divago, divagodivago, sin espacios y con espacios hasta que el día cree que es suficiente y se mete en su agujero para dejarme con mis principios, con mis ideas de estatura media. Entonces no hay nada más que hacer.